SOLO LAS VALIENTES SE PROTEGEN ENTRE SÌ
Hace algún tiempo leí una frase particular “Detrás de
cada mujer fuerte, está una niña que tuvo que aprender a recuperarse”, usted es
libre de darle el significado que prefiera y adaptarlo a su experiencia, pero
hoy con su permiso le compartiré el mío, un poco personal y quizá oscuro, pero
sólo porque deseo que entienda que esta es la realidad, no solo mía sino de
muchas más.
Con la experiencia he aprendido que cada mujer se protege
con su silencio y su soledad. Algunas veces quizá porque al decirlo en voz alta
ya no hay vuelta atrás y simplemente se hace real.
Unos años atrás tuve el placer de conocer a una mujer
inteligente, hermosa, discreta, independiente y absolutamente fuerte. Tez
morena, cabellera negra, pechos grandes y una cinturita envidiable ¡Una
Barbie!, fue muy fácil encontrar un tema de conversación en común: libros,
películas y los temas de la vida diaria, estuvieron presentes en nuestras
tardes de tertulia y trabajo. Poco tiempo después descubrí que teníamos mucho
en común, pero María era un poco extraña. No sé por qué pero sentía que esa no
era su verdadera personalidad o al menos no totalmente. Algo no la dejaba
ser quien era realmente.
Creo que mi súper poder es tener la capacidad de dormirme de forma inmediata
en cualquier superficie, nunca he tenido problemas para conciliar el sueño,
pero hay algunas noches en las que los sueños placenteros se convierten en
enormes pesadillas. Esa madrugada el corazón me latía a gran velocidad, se
avecinaba una gran tempestad en mi interior. Y María llama a mi teléfono como
una afortunada casualidad. Hui, me fui
de inmediato a su casa, siento que la empatía abre corazones y le da la
bienvenida a la confianza. Dos tazas de chocolate caliente y dos ojos llenos de
lágrimas, se salvaron la vida viendo el amanecer aquel día.
María era dueña de una historia muy triste, que también
protegía como uno de sus más preciados tesoros. Ella tenía 15 años y estaba en
la finca de sus abuelos, dormía apaciblemente como lo hacía hasta ese día,
cuando de pronto, llega un grupo de hombres uniformados con el afán de utilizar
la violencia para obtener un poco de poder que de forma enferma los satisfacía.
Estoy segura que María desea en el fondo de su corazón no haberse levantado
jamás, quedarse profunda entres sus sueños un poco más, permanecer escondida en
algún lugar sin poder ser encontrada, volverse invisible a la vista de ese
hombre, yo también hubiera querido eso para ella, pero la realidad fue otra. Ella
había sido ultrajada y vulnerada, de la
manera más inhumana posible por aquel hombre alto con botas grandes. Cuando
todo por fin terminó, y estaba absolutamente sola en el lugar. Partes de la
extrovertida y sonriente María se habían desvanecido.
El silencio compartido acompaño aquel amanecer, ella
recostada en mis piernas hecha un ovillo y yo mirando por la ventana tratando
de entender ¿Por qué ser mujer es tan difícil?, el 95% de las mujeres que
conozco ha sido abusada de alguna forma y quizá con el 5% restante aún no hemos
llegado a ese plano de confianza en el que dos historias tristes se consuelan,
ruego al cielo estar equivocada. Quizás muchas mujeres de las que tu conozcas
también lo hayan sufrido e incluso tu misma. Te ha tocado ser aquella niña que
debe aprender a encontrar todas sus partes, a reconstruirse, a recuperarse. Y
te digo de todo corazón que lo siento mucho. Deseo que algún día logres la
plenitud que tu alma necesita.
María tiene momentos de inseguridad, cree que quizá la
causa pudo ser la forma en como estaba vestida o su anatomía, pero no cariño no
es tu culpa que sientas miedo al ver un grupo de hombres mientras vas caminando
sola por la noche, que te lancen aquel piropo que no deseas con una mirada
oscura, palabras morbosas, el chiflido ensordecedor y sonrisa macabra, no es tu culpa cariño que
te toquen sin permiso, que el corazón deje de latir algunos segundos cuando
sientes el miembro erecto de aquel desconocido que va contigo en el bus, sepa
usted señor que en vez de satisfacer y provocar, se siente miedo, mucho miedo.
Llegas a casa agradeciendo al cielo por llegar sana y salva, corres
directamente a la ducha con música muy alta para intentar limpiarte y olvidar.
Sepan señores que no estamos exagerando ahora que hemos
empezado a hablar y defendernos, lo más seguro es que la mayoría de mujeres que
conoces han tenido que pasar por algunas de estas situaciones en donde hayan
sido quebrantadas, e incluso lo sigan siendo. Talvez de niñas aquel vecino,
conocido e incluso familiar la vulneró o lo sigue haciendo y ella lo mantiene en silencio. He descubierto
también que hay hombres fuertes, que siendo niños les ha tocado reconstruirse,
pero su silencio y su serenidad son más fuerte que la nuestra, No es justo que
siga sucediendo y peor aún que esté tipo de situaciones esté tan normalizada.
Ojalá fuéramos más unidas, empáticas, amorosas, respetuosas y
comprensivas entre nosotras, ¡Dominaríamos el mundo chicas!, pero la historia
nos ha enseñado a competir entre nosotras, a mantenernos detrás del telón, en
silencio porque de lo contrario podríamos ser quemadas en la hoguera. Pero
algunas ya hemos despertado, poco a poco, nos hemos dado cuenta que no debes de
opacar la luz de otra porque cada una brilla diferente y que solo las valientes
se protegen entre sí. Hoy María se siente más fuerte y sé que mañana lo será
aún más.
Autora: Sara Jerez G.
E-mail: sariijerez@hotmail.com
#ELLASESCRIBENYOLASLEO
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