QUEDADA, ¿QUIÉN?
“No podemos dejar que las percepciones limitadas de los demás terminen definiéndonos” Virginia Satir En mi cabeza merodeaban tantos pensamientos, pues conocía la responsabilidad de dirigirme ante ustedes hermanas y dejarles un mensaje de aliento y mientras eso sucedía, me encontraba en la tranquilidad de la sala de mi casa, cuando de repente llega una visita, una mujer de 45 años de edad aproximadamente, la cual cordialmente me extiende un saludo, se sienta a mi lado, mientras espera a mi madre y aún sin conocerme, no le importó hacerme todo un cuestionamiento de mi vida personal. Dentro de sus estructurados interrogantes sobre la vida de una vieja que apenas conoce, o sea yo, me generó curiosidad que le interesara tanto mi situación amorosa, a eso que le llamamos formalmente, Estado civil. Iniciaron sus preguntas con relación al tema, y al enterarse que no tenía a un ser a mi lado, en forma de torbellino, me lanza la siguiente pregunta: siendo tan joven y tan simpática