ESTOY INDISCUTIBLEMENTE BUENA.
A
todas en algún momento de nuestras vidas (por no decir que en realidad “a
diario”) nos han señalado porque hay algo en nuestro físico que no cuadra, un
kilo de más o de menos, una cicatriz, unas pecas, un color o tipo de cabello,
una estatura por encima o por debajo de lo “ideal”, al final siempre, siempre,
habrá algo que sencillamente no ajusta, pero ¿no ajusta con qué? ¿Con la mente
diminuta de aquellos que nos desean diferentes y de acuerdo a su gusto
limitado? O ¿con los estereotipos mal infundados de una sociedad que no tiene
claro lo que quiere?
Gran
parte de los medios de comunicación, Internet y el pensamiento de una industria
que nos necesita consumidoras de estupidez nos ha llevado a creer que para ser
bonitas tenemos que ser chicas de revista, con 90 de pecho, 60 de cintura, 90
de caderas, más de 1,72 de estatura, rubia
y con cara angelical, ignorando al resto de la población.
Nos
han llevado a encerrarnos en fajas, dietas asesinas (para subir o bajar),
medicamentos, cremas, inyecciones, tacones incómodos, cera depilatoria, botox,
y demás por obligación y compromiso y no por gusto, nos han orillado a
sentirnos menos por ser diferentes a la mujer ideal y no es justo.
No es
justo que siendo creaciones tan perfectas y maravillosas, gracias al crecimiento
diario de un fenómeno sin sentido, seamos un saldo alarmante de mujeres que en
gran medida se sienten sin valor y poco bonitas, no es justo que saciar la sed de
dinero y control de una sociedad entera nos lleve a perder toneladas de autoestima o a caer en problemas
como trastornos alimenticios o depresión, vivimos en una sociedad que está matando a las mujeres sin fusil y sin
puñal, solo con el veneno de la intolerancia y el menosprecio.
El
apropiarnos de estos estereotipos ideales de belleza hace que se cree una
brecha gigante entre las mujeres y que el verdadero ideal que debería
representarnos “LA SORORIDAD, LA LUCHA COLECTIVA Y EL APOYO MUTUO” pase a un
segundo plano, y es ahí donde sin darnos cuenta empezamos a herirnos con
comentarios y gestos que aunque no se ven en la piel, nos hacen un hueco en el
pecho. Madres a hijas, entre amigas o hermanas e incluso un par de desconocidas
en un momento dado se han herido entre sí sin darse cuenta, haciendo crecer
complejos basados en significados irracionales y vacíos de una sociedad que aún
no acepta que la verdadera belleza está en la diversidad.
¿Cuántas
mujeres a estas horas están encerradas en su cuarto llorando porque no les
gusta su físico? Quizá eres una de ellas, o yo, o cualquiera de nosotras.
TODO
LO QUE HACEMOS Y DECIMOS CREA CULTURA, entonces con ese corazón herido,
LEVANTATE y hagamos una cultura de corazones sanos, de mujeres fuertes, de almas
valientes y de bellezas irreprochables. Si en algún momento te sentiste triste,
lo aceptas y te levantas con las manos de las otras y a su vez levantas a las
que vienen tras de ti.
Párate
en el espejo y di SOY HERMOSA, convéncete de que solo tú puedes ayudarnos a
cambiar esto, siéntete bella porque te da la gana, solo tú conoces tus
laberintos, solo tú sabes reconstruirte sola y lo harás cada vez que quieras,
ERES MUJER y ese pequeño detalle de la vida ya te hace indestructible. No eres
solo tú, no estás sola, somos muchas y vienen más.
Tengo
22 años y nunca desde que tengo memoria he sido delgada, siempre fui la más
“grande” entre primas y amigas, he tenido que escuchar millones de comentarios
desde que era muy pequeña de familiares, amigos, conocidos y demás. Me ha
tocado soportar a la gente que en su ignorancia cree que con decirme “gorda” me
ofende, PERO NO, y aunque hace mucho tiempo en algunas ocasiones lograron hacerme temblar aunque
fuera un poco, quizás por inmadurez o debilidad y es válido, siempre me levanté
y cada vez a caminar más alto, hoy día lo que los demás puedan decir, bueno o
malo, no afecta la imagen que tengo de mi, por el contrario, solo alimenta la
tormenta avasalladora y llena de amor que soy.
Te
invito a que siempre te digas a ti misma PORQUE PUDE, PODRÉ y sigue caminando,
aquí estoy para decirte que quien se inventó esos ideales de belleza y cree que
son los únicos es porque no nos conoce NI A TI, NI A MÍ.
Soy
Lissett y con mi 1,72 de estatura, 83 kilos, estrías, celulitis, voz
escandalosa y el cabello a medio hacer, soy una convencida de que ESTOY INDISCUTIBLEMENTE BUENA.
Lissett Natalí Vergel Mendoza
E-mail: Lissettvergelm@gmail.com
#ELLASESCRIBENYOLASLEO
Lo ame.
ResponderBorrarIndiscutiblemente estamos es re buena👏👏👏👏👏 me encato🌷
BorrarTodas estamos indiscutiblemente buenas y tu escrito está indiscutiblemente bueno ❤ ME ENCANTAAA!!
ResponderBorrarLo AMEEE ❤ Estoy indiscutiblemente buenas 💕
ResponderBorrar❤️❤️❤️
ResponderBorrarQ hermosa muñeca...Excelente 👌🏻
ResponderBorrarLíneas reconfortantes 😍
ResponderBorrar😍😍 Te Amo...
ResponderBorrarComadre
Inspiradora REFLEXIÓN!!
ResponderBorrarLo más bonito. En la vida es sentirse orgullosa de quien eres. Creer en ti, verte al espejo y amarte creer que has podido con todo y podrás siempre, el amor propio es una de las cosas más importantes. Porque nunca dejara que alguien te haga sentir menos
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar🤗🤗
ResponderBorrarQue hermoso!!! Lloré con este escrito, que lindo en verdad.
ResponderBorrar